El excesivo apego a la madre es muy común, e incluso podríamos decir que «obligatorio». Pero puede convertirse en un excesivo apego a la madre que impide las relaciones con otros niños o que el pequeño disfrute de actividades con otros miembros de la familia.
Querer estar a solas con su madre puede ser algo hermoso, pero también un problema, especialmente cuando necesita volver a sus actividades diarias. El apego excesivo a la madre es más que común, pero debes actuar de tal manera que el niño «acepte» estar con otras personas.
En este artículo hablaremos de ese comportamiento característico de los niños.
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¿Qué es el apego excesivo a mamá?
El apego excesivo a la madre es un comportamiento que, por lo general, viene acompañado de llantos, caprichos o la negación total para quedarse con los abuelos, que el padre la vea o dé un baño o incluso que la madre se quede fuera unos minutos.
Cuando los niños son pequeños, sólo quieren estar en el regazo de su madre. Cuando crecen un poco, sólo dirán «mamá» antes de cada situación. Más tarde, siendo más grandes, van a añadir un «quiero a mi madre».
Este excesivo apego y queja constante pueden causar problemas, ya que la madre debe estar al 100% de su tiempo con el niño y nadie puede ayudarle en la crianza.
Es verdad que los bebés no se vieron solos y necesitan a su madre para todo. Es la principal proveedora de alimentos y cuidados. Entonces es normal elegirla antes que otros miembros de la familia o amigos.
Sin embargo, a medida que el niño crece, hay cosas que también pueden hacer padres, tíos, abuelos, hermanos, etc. Por ejemplo, cambiar pañales, bañarse, dormir o jugar con ellos en el jardín por un tiempo.
Ahora, ¿qué ocurre cuando todas estas tareas deben ser realizadas exclusivamente por la madre para que de esta manera se evite el grito desesperado y el llanto del niño?
Es cuando hablamos de apego excesivo a la madre, un comportamiento exagerado hacia la madre y que está relacionado con los cambios por los que el pequeño debe pasar para ser cada vez más independiente.
Causas y síntomas de apego excesivo a la madre
Mucha gente dice que el apego excesivo a la madre se debe al hecho de que la madre no sabe si «separar» del niño lo suficiente y que ella no permite que el padre u otro miembro de la familia cuide al niño. Sin embargo, eso no es cierto.
Hay otros factores, como:
1. Angustia por aprender
Cada vez que el niño está en el proceso de aprender algo importante, experimenta un momento de angustia. Por ejemplo, cuando empieza a caminar sola o a aprender a hablar. Por esa razón, quiere estar con su madre, que lo calma y le da seguridad.
2. Reconocimiento del medio ambiente
Hasta los 10 meses, los niños no saben lo que pasa alrededor. Sin embargo, después de este período de prácticas, pueden reconocer a personas que les son familiares. Cuando ve que esa gente se va, llora, creyendo que no van a volver.
3. Grandes cambios
Nos referimos a las modificaciones no sólo internas, sino también a las circunstancias de la vida cotidiana, como empezar a frecuentar la guardería, cambiar de casa, salir de viaje o la muerte de un miembro de la familia. Todos estos ejemplos son motivos para sentirse insegura.
El excesivo apego a la madre implica un comportamiento exagerado hacia la madre y que está relacionado con los cambios por los que el pequeño debe pasar para ser cada vez más independiente.
4. Complejo de Edipo
El apego excesivo a la madre también está relacionado con lo que en la psicología se conoce como «complejo de Edipo».
Esa teoría freudiana sostiene que el niño está enamorado de su madre y considera al Padre como un enemigo. En el caso de las niñas, el complejo de Electra supone una idealización del Padre y un continuo conflicto con la madre.
Cómo identificar el apego excesivo a la madre
¿Cómo saber si su hijo sufre de apego excesivo por su madre? Es bastante simple, ya que los hábitos o comportamientos son generalmente muy precisos e insistentes:
Llama a mamá cada dos minutos y llora por la noche.
El niño sólo quiere que su madre lo alimente, lo vista, juegue con él y lo haga dormir.
Llora cuando no ve a su madre.
Se cuelga en los brazos o en las piernas de su madre mientras hace otra cosa (por ejemplo, cocina).
No quiere interactuar con otros niños si su madre no participa.
Muestra celos exagerados si la madre presta atención a otro niño.
¿Es posible revertir la apego excesivo a mamá? Lo primero que debes identificar es el propósito de esa actitud. En la mayoría de los casos, es algo transitorio, que se supera con paciencia.
En última instancia, recuerde que es usted quien decide cómo se llevarán a cabo las tareas en casa y no debe dejar su trabajo o su bienestar personal de lado para que el bebé o el niño dejen de llorar.
Poco a poco, el niño se calmará y aceptará que debe quedarse con su abuela o que su padre también lo cuide.