Cuidados especiales para la buena salud de tu recien nacido

salud en el recien nacido

El ombligo del recién nacido

Es una cicatriz, un resto del cordón umbilical. El cordón umbilical, tras ser pinzado y cortado, se va secando. Al cabo de unos días (pueden ser sólo 3 o hasta 15 días o más), se cae y queda el ombligo como cicatriz.

Conviene asegurarse de que el muñón del cordón umbilical se seca y cicatriza de forma normal. Para que la pinza no moleste al bebé, se rodea el muñón umbilical por la base, entre la pinza y la piel del abdomen, con una gasa.

Para facilitar el secado y evitar que se infecte conviene:
Evitar que se moje durante el baño o con la orina
Si se ha mojado, secarlo con una gasa estéril
Aplicar alcohol de 70% que sirve para desinfectar y facilita el secado

Los ojitos del recién nacido

El bebé, en ocasiones, no puede abrir los ojos después del parto debido a la hinchazón causada por la presión ejercida sobre su cabeza durante el parto. También durante el parto se pueden haber roto algún vaso sanguíneo produciendo pequeños hematomas. No te preocupes, no necesitan tratamiento y desaparecerán al cabo de un par de semanas.

En las primeras horas la visión es muy limitada y el bebé sólo puede ver con claridad en una distancia de 20 a 25 centímetros, pero más allá no puede enfocar ambos ojos al mismo tiempo y puede dar la sensación que el niño padece estrabismo o le haga bizquear. Después de más o menos un mes los músculos del ojo se fortalecen y ya puede enfocar con normalidad.

Los ojos de la mayoría de recién nacidos son azules pero es muy probable que el color cambie después de nacer y no se vea claramente el color de los ojos hasta pasados unos meses.

Como mover al recién nacido

Cuando tomes en brazos al bebé debes hacerlo de forma lenta, suave y serena. Tenlo siempre cerca de tí, en contacto con tu cuerpo. El contacto y el sonido de los latidos de tu corazón le tranquilizarán.

Al recién nacido le encanta el contacto piel a piel y es bueno que también el padre lo practique. De esta forma el bebé podrá familiarizarse con el olor, el tacto y color de la piel de sus padres.
Hasta que el bebé no cumple el primer mes, no tiene control sobre su cabeza, porque los músculos del cuello están sin fortalecer. Al levantarle y acostarle debes sujetar su cabeza con una mano porque sino puede asustarse al sentir que su cabeza se le va hacia atrás. El otro brazo sitúalo por debajo de la espalda, sujetando desde la nuca a lo largo de su columna vertebral.

Para levantar al bebé desliza la mano derecha por debajo de la nuca sujetando la cabeza y la izquierda colóquela en la parte baja de la espalda. Una vez levantado acurrúcalo entre tus brazos.

Procura no cogerle con las manos frías. El cambio de temperatura hará que protesten..
No le saques de su cuna bruscamente, sin avisarle. Háblale dulcemente antes de cogerle en brazos y para cogerle, coloca una mano debajo de su cabeza y la otra en la parte baja de la espalda. Levántalo lentamente, sin estirar de los brazos o de sus manos.

Para dejarle de nuevo en la cuna, mantén una mano en su cabeza y otra en la parte baja de la espalda. No le dejes bruscamente y procura no ponerte pulseras o anillos que pueda engancharse.

 

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