Lo que consideramos el primer mes de embarazo es el periodo que dura la ovulación. Sabiendo la fecha de tu última regla se puede calcular la edad gestacional y también la fecha probable de parto.
La concepción ocurre a las 24 horas de la ovulación. Catorce días después de tu ultima regla el ovulo y el espermatozoide se encuentran en la tercera parte de una de las trompas de Falopio y viajan en un periodo de 7 días próximos a instalarse en el útero.
Una vez en el útero el huevo fertilizado se implanta en el endometrio que esta preparado y lleno de nutrientes para recibir al huevo. Inmediatamente signos químicos hormonales son enviados a tu cuerpo en señal de que estas embarazada, la ovulación ya ocurrió por consecuencia tu periodo menstrual no vendrá.
En esta etapa tu bebe recibe el nombre de Blastocito y mide 0.1-0.2 mm. Al final de la cuarta semana de embarazo el cordón umbilical esta formado. Ya debes estar sospechando de tu embarazo.
Durante el embarazo existen diferentes signos y síntomas:
Cansancio: Los cambios que tu cuerpo está produciendo necesitan mucha energía y no te permiten realizar algunas actividades extenuantes, o simplemente resistir el sueño después de cenar.
Náuseas y vómitos: Lo habitual es que por la mañana no sólo te cueste más levantarte, sino que te marees y no llegues al baño para vomitar. Incluso un vaso de agua puede causar arcadas. Acostumbra a ocurrir al levantarte, pero puede durar todo el día. Se sospecha que forma parte de un sistema de protección del cuerpo de la mujer durante la etapa más delicada de la formación del bebé.
Manchas de sangre: En ocasiones, durante los primeros meses, se continúa con la menstruación aproximadamente en las mismas fechas en las que se tendría el periodo, causando cierta confusión.
Sensibilidad del olfato: Otro de los mecanismos de protección del embarazo es el rechazo a ciertos olores como el tabaco, el café o la contaminación.
Antojos: Los antojos no son más que necesidades que tiene el cuerpo de un cierto nutriente que se traducen en cambios en la alimentación. Además, a menudo el malestar general hace que se tome mayor número de comidas con menor cantidad de alimentos.
Dolor en los pechos: La areola empieza a oscurecerse, los pechos crecen y los pezones sobresalen más. Es uno de los primeros síntomas que nota la mujer y que la hacen sospechar de su nuevo estado.
Malestar en la zona de la pelvis: Puede ser que la parte baja del abdomen y de la pelvis se noten distintas, y hasta con un cierto malestar, pero si detectas un dolor agudo, debes acudir al médico.
Frecuentes ganas de orinar: A causa del cambio hormonal, puede ser que se miccione más a menudo.
En el momento en que el nuevo estado ha sido confirmado debes plantearte una serie de cosas para empezar a cambiar tu vida. Las noches de juerga hasta las tantas se han acabado durante una temporada. Míralo como algo positivo, pues estás realizando una tarea sumamente importante y mágica. Tómate las cosas con calma y empieza a cuidarte, pues es la mejor manera de cuidar a tu bebé por nacer.
La cooperación con la pareja es fundamental. Ahora comienzan nueve meses donde tu pareja deberá hacerse cargo de algunas tareas de la casa con las que tú no podrás, primero por tu estado, y luego porque el cuidado del bebé no te dejará tiempo. Poco a poco, si antes tu pareja te ayudaba, ahora ambos vais a formar un equipo en el que los dos colaboraréis. Así, cuando nazca el bebé, él podrá encargarse de las tareas domésticas, mientras tú descansas y cuidas del recién nacido.
De la misma manera que el bebé está cambiando en tu interior, las cosas en el exterior también deben ir adaptándose a la nueva situación por venir. Duerme todo lo que puedas; a medida que la fatiga se apodere de ti, el sueño te vencerá. Escucha a tu cuerpo y todos los mensajes que te manda: los cambios en tu barriga, las piernas hinchadas, el corazón que poco a poco tendrá una mayor carga pues en el embarazo se genera alrededor de 1,5 litros de sangre más, los pechos que crecen, etc. Estos signos son exclusivos del embarazo y sólo los tendrás cuando estés gestando, o sea que disfruta de ellos.
Durante el primer mes los cambios exteriores son mínimos, pero lo que sucede en el interior es de suma importancia.